jueves, 26 de julio de 2012

LA ILUSTRACIÓN SIGLO XVII

EL SIGLO DE LAS LUCES

 El siglo XVIII es llamado Siglo de las Luces o Siglo de la Razón, porque en este período llegó a su culminación el entusiasmo por la razón humana. En este siglo surgió el Racionalismo, una ideología que afirmaba a la razón como la luz que ilumina, guía y valora la vida de los hombres. Por otra parte, apareció por primera vez la idea de que sólo mediante el progreso era posible obtener el bienestar y la felicidad. Y para los racionalistas, el progreso material y espiritual era el resultado de aplicar la razón y el conocimiento. Estas ideas originaron un gran afán por el estudio científico y aceleraron el desarrollo de las ciencias naturales. Se crearon así museos, observatorios y jardines botánicos.

 Las bibliotecas se multiplicaron y las expediciones científicas se hicieron cada vez más frecuentes.Además, el uso de la razón puso al descubierto las injusticias y los grandes errores de la sociedad de la época. En Francia surgió la Ilustración un movimiento basado en el Racionalismo, que defendía los derechos de libertad e igualdad de los hombres que emprendió una dura crítica contra el orden establecido. 

 La literatura ilustrada es fundamentalmente didáctica y crítica. El género dominante es el ensayo , por prestarse admirablemente a los propósitos de los ilustrados. Los principales ensayistas fueron Feijoo, Cadalso y Jovellanos. Otros géneros literarios como la prosa de pura creación artística no son tan cultivados en este siglo. Características sobre el contenido Han de señalarse los siguientes aspectos en lo referente a las preocupaciones y actitudes del hombre ilustrado y sobre todo al contenido de su literatura: 

 • Predomina la razón ante la emoción, imaginación y sensibilidad.
 • El carácter de las obras literarias es impersonal y colectivo, civil y moral. 
• La literatura tienen un fin útil para el hombre, pudiendo ser didáctico, moral o social. De ahí que se cree en Francia la Encyclopédie. El Emilio de Rousseau es además de una novela, un tradado de educación. 
• El laicismo, cuestionamiento de la religión y de sus instituciones en lo tocante a la libertad de los hombres. 
• Se cuestiona el poder político de las monarquías absolutas, y se defiende la participación del pueblo en la política. Esto puede verse en Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift.
 • Se analizan y se critican los valores y costumbres adoptados por el pueblo. En la literatura se recurre a la opinión de un extranjero para estos análisis sociales, como en Las Cartas Marruecas del español José Cadalso, basadas en las Cartas Persas del francés Montesquieu. 
• Preocupación por la ciencia y sus aplicaciones en la vida real. Isaac Newton es alabado por los Ilustrados por ser el descubridor de la Ley de la gravedad. 
• La tolerancia se considera una virtud fundamental, en la religión y en la política. Ideales del Hombre Ilustrado 
• predominio de la razón como pauta de la conducta humana 
• alto concepto de la utilidad 
• comportamiento racional del hombre e ideal de la felicidad humana Forma de Actuar y de Ser Característica del Hombre Ilustrado 
• espíritu liberal y crítico 
• fe en la ciencia y solución de los problemas humanos 
• disconformidad con toda forma de tradición anclada en la rutina 
• conciencia de la fraternidad universal y se sienten ciudadanos del mundo 
• crítica de la Iglesia como intermediaria entre Dios y el creyente 

LITERATURA NEOCLÁSICA

El sentido de la literatura neoclásica

Los autores neoclásicos buscaban que la literatura fuera un vehículo de enseñanza; es decir, que sirviera para formar espiritual e intelectualmente a los hombres.
Por eso eligieron temas que hacían reflexionar sobre aspectos morales y formas de conducta. También trataron de cambiar -a través de sus críticas- las costumbres de la gente de su época.
Para facilitar su objetivo didáctico y moralizador, los escritores debían utilizar un lenguaje claro y armonioso. De esta manera, el lector no tendría ninguna difi­cultad en asimilar las enseñanzas de sus obras.

El retorno a la normas clásicas
Los autores neoclásicos sentían una profunda admiración por la obra de los
autores clásicos, pues consideraban que ésta era la única capaz de formar y edu­car al hombre. Por eso volvieron a ponerse de moda, como en el Renacimiento, las normas o preceptos literarios que siguieron los autores griegos y romanos.
Estas normas estaban basadas en los dictados de dos autores clásicos: Aristóteles filósofo griego, y Horacio, poeta romano. Dichas normas obligaban, principalmen­te, a lo siguiente:

Mantener la separación de los géneros. Por esta razón no debía mezclarse en una misma obra lo trágico con lo cómico, el tono elevado con el tono familiar, la prosa con el verso.
  Respetar las tres unidades clásicas de acción, de tiempo y de lugar. Esta 
regla iba dirigida principalmente al género teatral y establecía que la acción prin- cipal no debía mezclarse con historias secundarias; además, sólo podía durar un jornada y debía transcurrir en un solo lugar o escenario.

El conjunto de normas y reglas, a las que todo autor debía atenerse, fueron desa- rrolladas y explicadas en unas obras llamadas Poéticas. Una de las más importantes poéticas fue la del francés Nicolás Boileau, escrita en 1674, que ejerció una gran influencia en la literatura europea. La presencia de estas normas no facilitó la libre creación espontánea. El cúmulo de preceptos dificultaba considerablemente la libre y sincera expresión de los sentimientos individuales, lo que originaba una literatura correcta e impecable, pero fría y sin vida. Esto es bastante notorio, por ejemplo, en el teatro de inspiración trágica.


LOS GÉNEROS NEOCLÁSICOS

EL ENSAYO

El ensayo fue el género neoclásico por excelencia, pues permitía a los ilustrad exponer sus nuevas ideas y criticar directamente a la sociedad de su tiempo.

Los principales ensayistas fueron los franceses Voltaire, Montesquieu y Rousse quienes, a través de sus textos, ejercieron una enorme influencia ideológica y artís tica en toda Europa.


LA POESÍA

El racionalismo y el propósito didáctico de la literatura neoclásica no favorecieron el desarrollo de la lírica. Sin embargo, la fábula, un género que ya había sido cultivado en la época clásica, tuvo muchos seguidores.

LA PROSA

Durante el siglo XVIII se escribieron numerosas novelas que relataban viajes a remotas y a veces inexistentes civilizaciones.

La mayoría de estas obras contenían una dura crítica a la sociedad europea y particularmente a los aristócratas y burgueses, a quienes se les censuraban sus expresiones rebuscadas y superficiales.

Por eso, muchos narradores recrearon la figura del buen salvaje: el indígena que gracias a la sencillez de sus costumbres se mantenía puro y auténtico.

Las principales obras de este género fueron Robinson Crusoe y Los viajes de Gulliver, escritas por los ingleses Daniel Defoe y Jonathan Swift, respectivamente.

EL TEATRO

El teatro fue el género literario en que las normas grecolatinas se aplicaron con mayor rigor. E igual que en la época clásica, existieron dos formas teatrales:

La tragedia se inspiraba en los temas y personajes del teatro griego, en la historia antigua o en la Biblia.
Sus personajes eran arrastrados por grandes pasiones pero, a diferencia de la tra­gedia griega, no sucumbían a ellas sino que se salvaban o condenaban por el uso de la razón.

Los más grandes trágicos neoclásicos fueron dos franceses: Corneille y Racine.

La comedia se dedicó principalmente a la crítica de costumbres. Así, inspirados en los “personajes tipo” creados por la comedia clásica, mostraban en sus prota­gonistas los vicios, virtudes y defectos de los hombres del siglo XVIII.

Moliére fue el comediógrafo más representativo de la época y es considerado uno de los más importantes de todos los tiempos.




1.  ¿Por qué el siglo XVIII es llamado Siglo de las Luces?

2.   Respecto de la literatura neoclásica, marca verdadero o falso:
  Buscaba la individualidad y la libertad del artista.
Imponía normas y preceptos a los autores.
Tenía una finalidad didáctica y moralizadora.
  Concebía la belleza como el único fin de la literatura.
3.  Tanto la literatura neoclásica como la literatura renacentista se caracterizaron por la admiración
a la cultura clásica. Sin embargo, no buscaban lo mismo ni concebían al arte de la misma manera.
  Compara el pensamiento de los ¡lustrados con el pensamiento de los humanistas.
  Relee el tema de la literatura renacentista y comenta con tus compañeros las diferencias entre ésta y la literatura neoclásica.
4.   Responde:
  ¿Por qué el Neoclasicismo no fue un movimiento propicio para la lírica?
  ¿Por qué se cultivó la fábula?
  ¿Qué caracterizaba al teatro neoclásico?
  ¿Cuáles eran los temas de la tragedia y de la comedia neoclásicas?

 


El medico a palos narra la historia de Sganarelle, un campesino holgazán a quien su mujer obliga a hacerse pasar por médico. En la escena que vas a leer, Sganarelle atiende a Lucinda, la hija de su amo, la cual ha quedado supuestamente muda.

Sganarelle.- ¿Es ésta la enferma?

Geronte.- Sí. Es la única hija que tengo, y sería para mí la mayor pena del mundo que se muriese.                     

Sganarelle.- Ya se cuidará muy bien de tal cosa. No debe morir sin que lo mande el médico.

Geronte.- Vamos, traed sillas.

Sganarelle.- (Sentado entre Geronte y Lucinda). He aquí una enfermedad poco repugnante, y creo que un hombre bien sano se acostumbraría a ella fácilmente.

Geronte.- La habéis hecho reír, señor.

Sganarelle.- Magnífico; es la mejor señal que el médico haga reír al enfermo. (A Lucinda.) ¡Ea! ¿De qué se trata? ¿Qué tenéis? ¿Cuál es el dolor que sentís?
Lucinda.- (Llevándose la mano a la boca, a la cabeza y bajo la barbilla). Han, hi, hon, han.
Sganarelle.- ¿Eh? ¿Qué decís?

Lucinda.- Han, hin, hon.

Sganarelle.- Han, hi, hon, han, ha. No os entiendo nada. ¿Qué diablo de lenguaje es ése?

Geronte.- Señor, ésa es su enfermedad. Se ha quedado muda, sin que hasta ahora se haya podido saber la causa, y es un accidente que hace aplazar su casamiento.

Sganarelle. - ¿Y por qué?

Geronte. - El hombre con quien debe casarse quiere esperar su curación para rematar la cosa.

Sganarelle.- ¿Y quién es ese necio que no quiere que su mujer sea muda? ¡Ojalá que la mía padeciese esta enfermedad! ¡Me guardaría muy bien de curarla!

Geronte.- En fin, señor; os rogamos que utilicéis todos vuestros recursos para aliviarla de su mal.

Sganarelle.- ¡Ah! No os preocupéis. Decidme, por favor, ¿la oprime mucho ese mal?

Geronte. - Sí, señor.

Sganarelle.- Tanto mejor. ¿Siente grandes dolores? Geronte. - Muy grandes.

Sganarelle.- Eso está bien... ¿Va a donde sabéis?

Geronte.-

Sganarelle. - ¿Copiosamente ?

Geronte. - No soy entendido en eso.

Sganarelle.- ¿Y es buena la materia'?

Geronte.- Tampoco entiendo de eso.

Sganarelle.- (A Lucinda). Dadme el brazo.
(A Geronte). Este pulso indica que vuestra hija es muda.

Geronte. - ¡Ah, sí, señor! Esa es su dolencia; lo habéis averiguado de primera intención.

Sganarelle- ¡Ah, ah!

Jacqueline.- ¡Ved cómo ha adivinado su enfermedad!

Sganarelle. - Nosotros, los grandes médicos, conocernos en seguida las cosas. Un ignorante se hubiera sentido indeciso y os habría dicho es esto, es aquello; mas yo doy en el blanco a la primera, y os afirmo que vuestra hija es muda.

Geronte. - Sí; mas yo quisiera que me dijerais de qué proviene eso.

Sganarelle. - No hay nada más fácil. Eso proviene de que ha perdido el habla.

Geronte.- Muy bien; mas ¿cuál es la causa de que haya perdido el habla, si os place?

Sganarelle.- Todos nuestros mejores autores os dirán que es el impedimento de la acción de su lengua.

Geronte. - Mas insistiendo: ¿cuál es vuestra opinión sobre este impedimento de la acción de su lengua?

Sganarelle.- Aristóteles dice sobre eso..., dice cosa magníficas.
Geronte. - Lo creo.

Sganarelle.- ¡Ah!... Era un grande hombre.
 Geronte. - Sin, duda.

Sganarelle.- Un grande hombre por completo. (Alzando el brazo hasta el codo). Un hombre más grande que yo, tanto así. Volviendo, pues, a nuestro razonamiento, sostengo que ese impedimento de la acción de su lengua está causado por ciertos humores, que llamamos, nosotros los sabios, humores pecantes; es decir..., humores pecantes, tanto más cuanto que los vapores formados por las exhalaciones de las influencias que se elevan en la región de las enfermedades, viniendo..., por decirlo así..., a... ¿entendéis el latín?
Geronte. - En modo alguno. (...)

Moliére 



MOLIÉRE

Moliére, cuyo verdadero nombre era Jean Baptiste Poquelin,
nació en París en 1622. Su familia pertenecía a la burguesía
comerciante. Gracias a ello tuvo una infancia acomodada y
recibió una buena educación.

Su vocación por el teatro lo llevó abandonar la carrera de
Derecho y a unirse a una compañía de cómicos, profesión muy
mal vista por la buena sociedad de la época.

Fue autor, actor y director de teatro. Formó su propia compañía
de comedias y alcanzó un inmenso éxito ante todo tipo de
público. Incluso llegó a ser protegido del rey Luis XIV.

Murió el 17 de febrero de 1673, mientras representaba su obra
E! enfermo imaginario.


La experiencia de cómico ambulante le permitió a Moliére conocer todo tipo de gente. Esto, unido a su gran capacidad de observación y a su sarcástico humor, lo llevó a caricaturizar en sus comedias las ridículas maneras de ser y actuar de deter­minados individuos.
Por ejemplo, el avaro, amante del dinero, aparece en la comedia del mismo título; el nuevo rico es caricaturizado en El burgués gentilhombre; los médicos son objeto de despiadadas burlas en sus comedias El médico a palos y El enfermo imaginario; y las mujeres sabihondas protagonizan su obra Las preciosas ridiculas.

Las obras de Moliére son un modelo del dominio que éste poseía para crear situa­ciones cómicas, acentuando los aspectos ridículos con un humor agudo pero nunca grosero.
Moliére conseguía hacer reír a través de una acida crítica y una denuncia de los vicios y defectos de la sociedad de su época.
La obra de Moliére anda “a caballo” entre dos corrientes: el Barroco y el Neocla- sicismo. Tiene de éste la preocupación formal; y del Barroco, el gusto por el con­traste y la actitud satírica.




ANALISIS



1.  De los calificativos de esta lista, indica sólo los que se apliquen a los personajes de la obra de Moliére. Luego indica a qué personaje le aplicarías cada uno.
  crédulo            • embaucador                       • jovial              • enamorada
  farsante           • burlona                               • inocente         • embustero
  fanfarrón         • culto                                    • iletrado           • hipocondríaca
2.  Reflexiona y marca verdadero o falso en las siguientes afirmaciones. Fundamenta tu respuesta con el texto.
  Al igual que en la comedia clásica, Moliére nos presenta “personajes tipo” de su sociedad.
  Este fragmento es una ácida crítica y una denuncia de los vicios y defectos de su época.
  A diferencia del teatro de Shakespeare, Moliére y los neoclásicos no mezclaban géneros en una misma obra.
  El Neoclasicismo prefirió un lenguaje equilibrado, que reflejara el predominio de la razón.






















AUTORES

Francia fue la primera en reaccionar contra las formas barrocas, y los tres grandes ilustrados, Voltaire, Montesquieu y Rousseau se cuentan entre sus principales exponentes. También destacaron Pierre Bayle, Denis Diderot, George Louis Lecler y Chamblain de Marivaux. En Inglaterra tuvo una gran cantidad de adeptos la novela de aventuras, destacando Daniel Defoe, Jonathan Swift, Samuel Richardson y Henry Fielding, junto a los poetas John Dryden y Alexander Pope. Características formales Como los renacentistas, se imitan a los clásicos, incorporando como modelo la tragedia y la comedia. En la poesía la estructura era similar a las églogas, las fábulas, la elegía, la épica o el himno. Voltaire intentara imitar la Eneida de Virgilio con su largo poema La Henriada. 

• Se sigue respetando la estética neoclásica en el teatro y en la poesía. En la prosa, aparece la novela, precedida anteriormente por El Quijote y la novela picaresca. 
• Se separan tajantemente los géneros, impidiendo mezclarse en una misma obra poesía y prosa, o tragedia y comedia. • Se valora más lo tradicional que lo novedoso, razón por la cual la novela no fue adaptada del todo a la literatura durante mucho tiempo. 
• Se valora también el término medio de las cosas, y el decoro en la forma de expresarse. La exageración les parece un acto hipócrita. • Primacía de lo natural y realista sobre lo fantástico. 
• La claridad es un valor literario. 
• La ironía y la parodia son recursos en la crítica y denuncia a los poderosos.
 • Uso del lenguaje culto, limpio y "literario", como metáforas, imágenes y figuras retóricas, siempre y cuando estén ya presentes en la literatura clásica. 

El concepto de literatura en el período de la Ilustración, no se entendía como en la actualidad. Por literatura se encendía la capacidad y experiencia de leer, y era también todo el conjunto de libros que contuviera conocimiento, lo que incluía libros de filosofía, economía, ensayo e historia, y excluía a la novela. 


 YO SOY VOLTAIRE CCCLXXX


Al ver en pantalla a Vikram, la mente de Parrot se conmociona y sale de su letargo, azuzada por un miedo visceral. La posibilidad de volver a caer en las garras de su antiguo jefe ha despertado en él un profundo pavor, cosa que podrá asombrar a quienes estén convencidos de que los zombies carecen por completo de sentimientos. No es el caso de Parrot, que se aferra, como un bebé asustado, a las faldas de Madame Lou quien, mientras le acaricia suavemente la cabeza, trata de consolarle con palabras reconfortantes: 
- No tengas miedo, pequeño, acabaremos con éste como con todos los demás. Y tú serás la clave. Vamos, vamos, ¿es ésa forma de comportarse de un futuro héroe?
 - Pues, habrá que hacerlo pronto o, de lo contrario, todos acabaremos en un manicomio –añade Voltaire, recordando su estancia en la clínica “Verdes praderas”. Afortunadamente, no tardarán mucho en olvidar la cara demoníaca de Vikram. Una melodía harto rítmica, donde confluyen con total naturalidad el boogie-woogie norteamericano y la música gnawa del Magreb, acaba de inundar el ambiente. 

Cuando se abre una puerta en el muro del laberinto el sonido se hace más audible. Es la entrada al Ágora Filarmónica, la zona dedicada a la Música, considerada el arte supremo en Panacea. En efecto, frente a otras artes la música tiene la ventaja de ser un lenguaje verdaderamente universal y completamente accesible porque no necesita ser traducida ni reinterpretada desde la cultura original a ninguna otra. 

El espíritu digiere la música con la misma naturalidad y pasión con que un sediento bebe agua; además, no existe consuelo mayor para el espíritu ni alegría mayor para el corazón ni viento que inflame más las velas de la libertad; la música es un invitado irreemplazable en toda celebración humana y es el mejor pacificador que se conoce; pero, sobre todo, la música es el mejor combustible para el amor y la comprensión entre los hombres. Y ello podría explicarse porque no requiere del trabajo de la razón sino de la fuerza de los sentimientos, por lo que, para comprenderla, no necesita ser explicada sino simplemente sentida. Por éstas y algunas otras razones, en Panacea se considera a la Música como la más pura y respetable de las artes.

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